La caída del mercado inmobiliario que nunca llega. Este podría ser el titular que resume la historia del inmobiliario en los últimos años.
Tras convertirse en el epicentro de la crisis económica de España en 2007, cada vez que se avecina una recesión o turbulencias económicas, se sigue poniendo el foco en la vivienda.
En esta ocasión, la histórica subida de los tipos de interés y el posterior desplome en la compraventa auguraban una lógica corrección de precios.
Sin embargo, tanto en 2020 (crisis del Covid) como en la actualidad, el inmobiliario ha demostrado que se sostiene sobre unos pilares mucho más sólidos. Precisamente, estos pilares y los fundamentales del mercado son los que hoy están impidiendo una corrección de precios en el inmobiliario.
Los datos son contundentes hasta la fecha. Desde el tercer trimestre de 2020 hasta el tercer trimestre de 2023, el precio de la vivienda ha subido un 15,22%, según datos de Eurostat (la agencia de estadística de la Comisión Europea). En un periodo en el que se han vaticinado dos correcciones de la vivienda que parecían evidentes (la crisis del Covid y la subida de tipos), el precio de la vivienda en España no ha parado de subir. Como en todos los mercados, el precio de la vivienda se rige básicamente por la oferta y la demanda.
Los cálculos que han realizado expertos, bancos e instituciones, quizá, han sobrevalorado el impacto de la demanda y han minimizado el comportamiento de la oferta. Es precisamente la oferta una de las diferencias más importantes con respecto a 2007. Antes de la gran crisis financiera, España sufrió una burbuja de crédito a promotores inmobiliarios que fue clave, en su momento, para desatar la caída del precio de la vivienda. Hoy, no solo la situación es diferente, se podría decir incluso que es opuesta.
El Economista.- 11 de noviembre de 2023.