TORREJON DEL REY es un municipio español de la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.

Tiene una superficie de 25,17 km² con una población de 6.002 habitantes (INE, 2022).
Y una densidad de 238,45 hab./km², limita con los municipios guadalajareños de Galápagos y Valdeaveruelo y con los madrileños de Ribatejada y Valdeavero.

La localidad está situada a una altitud de 721 msnm,a 18,6 kilómetros de Guadalajara y a 19,9 kilómetros de Alcalá de Henares.

La principal vía de comunicación es la carreteara nacional N-320 y las provinciales GU-1056 y GU-141. Los núcleos de población son Torrejón pueblo y la urbanización Parque de Las Castillas.

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Tenemos una Fiesta tradicional que realizan cada año en el municipio:

LA RUEDA:

En la plaza del pueblo se forma un gran círculo compuesto por los vecinos y forasteros visitantes; en medio de este circulo se sitúa el Padre de los Mozos con una vara de fresno de considerable tamaño, aunque sin medida establecidas, su misión consiste en ir subastando uno a uno los regalos obtenidos anteriormente.

Estos regalos se sitúan a su lado en el centro del círculo para su subasta, y desde este momento comienza la función de la 'Rueda' compuesta por el circulo de personas asistentes, cualquiera de ellos y desde cualquier extremo de la misma pueden lanzarse a por los regalos que se sitúan en el centro mientras se subastan. El Padre de los Mozos vigilante y amenazando con su vara tratará, mientras efectúala la subasta, de hacer desistir a los mozos de cualquier intento de sacar los regalos a la carrera, mostrándose contundente y resolutivo con el palo, pues su prestigio y el aguinaldo de la Cofradía se encuentra en juego.

Un Padre de los Mozos que se dejara 'rescatar' los regalos, además de quedarse sin nada que subastar y por tanto dejar a la Cofradía sin aguinaldo, sería el hazmerreír y la mofa de todos los presentes que no ocultan su satisfacción y contento cada vez que un osado mozo, aprovechando cualquier descuido del 'director' de la Rueda y haciendo caso omiso de las constantes amenazas de la vara, sale veloz y se lleva por 'la Barba' el regalo correspondiente. Entonces los presentes dedican al Padre de los Mozos una andanada de epítetos y calificativos ridiculizantes, que hace que nuestro protagonista apretando con mas fuerza si cabe su vara, redoble el numero y la firmeza de sus mandobles, dejando muchas veces, amoratados, tullidos y malparados a los mozos mas atrevidos.

Finalizada la rueda lo recaudado en la subasta pasa al poder de al cofradía, que de esta cubre los gastos emanados en la festividad.